Se apagan las luces.
Nuestros cuerpos se buscan, se abrazan. Nuestras cabezas se apoyan entre sí.
Silencio.
Respiro tu aliento. Juntamos los labios y nuestras lenguas juegan nerviosas, inquietas.
Hay veces que de la euforia del beso me agarras de la cabeza para evitar darme contra el suelo, otras, es tal dulce y lento que pequeños mordiscos se deslizan por los labios.
Oscuridad.
Tus labios recorren mi cuello. Me río, me derrito, me hielo...
Paramos. Suspiro. Suspiras.
Te busco. Me buscas.
Y vuelta a empezar. ¿Quién se puede cansar?
Fin. Te quiero, murmullo en tu oído.
nadie se cansa de tal narracion,
ResponderEliminarsentir tu cuerpo es mi placer
y los besos que me das
son la melodia con la que
me despierto con ganas
de verte al amanecer.
no se quien puedo ser =)
OIS! qe bonito T_T
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