6/7/11

...

Le envíe el mensaje.
Sí... Felicitándole. Es el día de su cumpleaños y aunque la amistad estuviera más que derramada por el suelo... siempre había sido una parte de mí. Cosa que por mucho tiempo no cambiaría... Porque los sentimientos no se rompen, las amistades sí.
Parece que él si se ha olvidado. Parece que no recuerda las tardes donde recorríamos Madrid con nuestros numerosos pensamientos y nuestras charlas filosóficas sobre la vida. Tampoco recuerda nuestra grata unión: cuando uno estaba mal, por muy lejos que estuviera, el otro lo sentía y sin darse cuenta se empezaba a encontrar mal inconscientemente. Todo esto sin que el otro le hiciera falta saber que esta mal. Tal lazo había, que hacía que se supiese el dolor del otro aunque no se supiese.

¿Esque no recuerdas nada? ¿No recuerdas lo que hice por ti hace tiempo? Nunca te dejé solo. Cierto que temíamos nuestras broncas muy a menudo. ¿Pero no te has dado cuenta que uno discute consigo mismo? ¿Y tu eres una parte de mí?... Por eso, las peleas, las discusiones. Por eso TODO. Porque eres yo.
Y uno aborrece los puntos débiles de uno mismo, y si se ven reflejado en alguien tan igual a ti pues se intenta ser dura para que no sea como nosotros no queremos ser aunque lo seamos y no caiga en lo mismo.
Demasiado iguales por dentro y eso nos hace chocar por fuera. ¿Esta todo mejor así? ¿En serio crees que a si seremos felices y nunca más discutiremos? Si es así, mi camino contigo finaliza ahora para elegir otro yo sola. Porque en el nuevo camino solo esta una parte de mí. La otra, ya no existe.
Adiós gran trozo de mí.