20/4/14

Onírico

-¿Donde te habías ido?- Preguntó el.
-...- No pude responder a su pregunta.
-¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejastes así?- Su voz me conmovió tanto que quise desaparecer.
-Te echo de menos- No... No tenía que haberlo dicho...
Mis ojos se encharcaron en lágrimas sin previo aviso de ello.
Me besó el cuello, como acostumbraba hacer, y volví a fallecer inundándome en sensaciones nunca descubiertas. Le echo de menos, le echo muchísimo de menos, el no sabe cuánto y metafóricamente yo tampoco lo sabía...                                                 
-No te vuelvas a ir-. Susurra. Y...  volví a caer en su trampa.

Suerte que era un sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario